El sol y la protección solar – Dra. Susana Misticone
El sol, nuestra gran estrella radiante, es un impresionante reactor de fusión nuclear distante que vemos a diario, a través del cual giramos. Aunque parezca inofensivo por tratarse de un objeto celeste lejano que nos aporta luz y calor, en realidad se trata de una peligrosa fuente de radiación única e imperceptible.
Por ejemplo, ¿alguna vez has ido a la playa con el clima nublado y has pasado allí el día completo sin colocarte protección solar adecuada, pero al final del paseo resultaste con las mismas quemaduras de un día soleado? Seguro te has preguntado cómo es posible que eso suceda si no había un mínimo rayo de sol. Eso se debe a que las nubes no evitan los efectos de la radiación solar, al contrario, las nubes, la nieve, el mar, e incluso la arena, son cuerpos capaces de reflejar la luz solar y aumentar el efecto de la radiación UV. El problema es que al no sentir tanto el calor, piensas que las nubes te protegen; por eso te descuidas y no tomas la precaución necesaria.
Lo mismo ocurre cuando las personas utilizan protectores o mal llamados ̈bloqueadores ̈ solo al inicio de la exposición solar, ya que creen que están ̈bloqueando ̈ la radiación y piensan que
pueden permanecer todo un día debajo del sol porque sienten que tienen una capa de protección absoluta, pero esa es una idea errada. La idea de usar protector no es tener licencia para exponerse, sino contar con una ayuda extra a la hora de tomar las acciones adecuadas de prevención.
Dra. Susana Misticone @dermamisticone