El cáncer de piel: un enemigo silente – Dra. Susana Misticone
Cuando nos dicen la palabra cáncer, de inmediato no podemos evitar relacionarla con la muerte. Es indiscutible que se trata de una de las peores enfermedades que existen sobre la faz de la tierra. La mayoría manejamos cierto conocimiento al respecto, pero muchos creen que son inmunes. La mala noticia es que nadie está exento de la posibilidad de desarrollarla, en especial si se vive de una manera poco saludable; además, puede aparecer en cualquier sistema de nuestro organismo.
El cáncer de piel puede aparecer sin distinguir los fototipos ni las zonas de la piel, aunque es más frecuente en aquellas áreas que están constantemente más expuestas al sol. Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo que influyen en la aparición del cáncer de piel y son los siguientes:
● Edad: tener cuarenta años o más.
● Ubicación geográfica: vivir en un lugar soleado.
● Tener antecedentes de exposición solar intensa o quemaduras solares.
● Tipo de piel: ser de fototipos bajos muy blanco, pelirrojos o de ojos azules.
● Rasgos: tener muchas pecas o lunares.
● Exposición a sustancias químicas como el arsénico que se consigue en aguas de pozo.
● Antecedentes familiares o personales de queratosis actínica o cáncer de piel.
● Inmunológicos: sistema inmunitario debilitado, como el de los pacientes que reciben
quimioterapia o que poseen el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
● Lesiones e inflamaciones graves o prolongadas en la piel como las quemaduras.
● El tabaquismo.
Aunque existen esos factores de riesgo, no podemos confiarnos y pensar que son las únicas condiciones para que esta enfermedad se desarrolle. La realidad es que el requisito indispensable para el cáncer de piel es la falta de prevención. Por ejemplo, si una persona sabe que en su familia existen antecedentes de cáncer o de queratosis, debe mantenerse bajo control médico con un dermatólogo.
Dra. Susana Misticone @dermamisticone